«La inversión es un negocio a largo plazo donde la paciencia marca la rentabilidad«.
Francisco García Paramés
Diego, un profesionista de 30 años, decidió dar el paso de ahorrador a inversionista y en diciembre de 2017 compró acciones de Amazon, una de sus empresas de tecnología favoritas, en 1,162.35 dólares. Su objetivo era retirar sus recursos en el transcurso del primer semestre de 2022 para dar el enganche de un departamento. Finalmente, el 7 de abril vendió sus acciones en 3,155.69 dólares lo que significa que obtuvo una ganancia de capital o plusvalía (precio de venta menos precio de compra) del 171.49% en poco más de cuatro años ¡alrededor del 40% anual promedio!
Pero no fue fácil, durante el periodo que Diego mantuvo su inversión el precio de la acción de Amazon registró muchos altibajos (volatilidad). Había días en los que subía más de 10% y otros en los que caía alrededor de 8%, esto le generaba temor de no lograr incrementar su capital (objetivo de toda inversión) e incluso de perderlo.
Y es que a Diego le gustaba revisar todos los días el comportamiento del precio de la acción y muchas veces no le resultó fácil “aguantar” ver en su estado de cuenta el reporte de una minusvalía (pérdida de capital), pero era consciente de que esa pérdida no sería real mientras no vendiera su acción a un precio inferior del que la compró: no se reflejaba en su cartera, sólo en papel. Al final, controló sus miedos, cumplió su horizonte de inversión y obtuvo un rendimiento que superó todas sus expectativas.
El resultado de su inversión hubiera sido muy distinto si hubiera vendido sus acciones en 1,124.74 dólares (precio mínimo que registró la acción de Amazon durante el periodo de su inversión), pero no lo hizo y las minusvalías que sufrió el precio de la acción sólo fueron pérdidas en papel, no realizadas.
Cabe mencionar que Amazon, líder en el mercado online, comenzó a cotizar en la Bolsa de Valores en 1997 a un precio de ¡18 dólares! ¿Cuánto habría ganado una persona si hubiera comprado desde un inicio sus acciones y hubiera vendido el 7 de abril? Haz tus cuentas.
Esto es lo que se busca con las estrategias de inversión de largo como las destinadas a financiar la jubilación: dejar crecer la inversión, independientemente de los altibajos diarios que se puedan presentar. Si se invierte a 5, 10, 15 años o más tiempo es muy probable que el comportamiento del precio de un instrumento de inversión registre pérdidas y ganancias que, a larga, darán como resultado ganancias de capital reales.
Cierto, puede darse el caso de que una acción termine por acumular más pérdidas que ganancias en el tiempo, pero toca a los asesores y, en su caso, administradores profesionales de los portafolios de inversión analizar la conveniencia de vender o no (pasar de pérdida en papel a real) ante escenarios negativos de largo plazo.
Otra manera de proteger tus inversiones es diversificando, invertir en acciones de distintos sectores de la economía y en varios instrumentos de inversión (de renta fija, bienes raíces, arte, metales, monedas, etcétera). Recuerda, no pongas todos los huevos en la misma canasta. La diversificación reduce el riesgo de pérdida realizada (no en papel) en las inversiones.
Conclusión: Probablemente te ha ocurrido que al ver el reporte mensual de tu cuenta de inversión con una institución financiera te encuentras con que el saldo es inferior a lo invertido o respecto al mes anterior, y asumes que en lugar de ganar estás perdiendo. Sin embargo, ten en cuenta que la pérdida está en ese papel no en tu bolsillo. Da a tus inversiones tiempo de madurar, especifica un calendario para su revisión y valuación con tu asesor y toma decisiones informadas, con la cabeza fría. No hagas reales pérdidas que, de acuerdo con tus objetivos de inversión, pueden estar solo en el papel y no en tu cartera.
¿Por qué suben y bajan los precios de los instrumentos de inversión?
Los factores dependen del sector económico en el que se ubique la o las empresas de las compres acciones, así como de su gobernanza, el tipo de instrumentos que incluyes en tu portafolio de inversión, de las expectativas de desempeño de variables económicas como el Producto Interno Bruto (PIB), crisis globales como la pandemia del COVID-19, tasas de interés, tipo de cambio, gobernanza en las empresas, entorno internacional, etcétera.
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