El lugar en dónde los niños aprenden más sobre temas relacionados con el dinero es el hogar, y el ejemplo es la mejor manera de enseñarles buenos hábitos financieros. Esto no significa que madres y padres deban tener finanzas personales exentas de errores, al contrario, de éstos también aprenderán los más pequeños de la casa. Así que manos a la obra, pónganse en modo “coach financiero” y enseñen, expliquen y despejen todas las dudas que tengan sus hijos acerca del dinero.
Los niños son curiosos por naturaleza, observan y preguntan casi sobre cualquier cosa y lo más seguro es que les surjan dudas en cualquier momento y en las circunstancias más inesperadas, Aprovechen esa curiosidad colocándolos en situaciones que les susciten interés y en los que puedan hacer gala de sus conocimientos financieros, por más sencillos e insignificantes que parezcan.
Y si no preguntan ¡Pregúntenles ustedes!
Hagan del dinero un tema cool para hablar con los niños en su quehacer cotidiano. Por ejemplo, cuando vayan a comer a un restaurante pidan al mesero que les lleve la terminal punto de venta para efectuar su pago, explíquenles que lo hacen así por seguridad, para evitar la clonación de su tarjeta y las implicaciones que, en caso de ocurrir, tendría para las finanzas familiares.
Déjenlos que los acompañen al cajero automático y explíquenles cómo funcionan y las medidas de seguridad que deben tener. Por cierto, ese es un buen momento para explicarles que el dinero no se tiene con solo apretar un botón, sino que es producto de su trabajo, que no es un recurso infinito y que por eso debe haber una planeación para darle el mejor uso posible a través de un presupuesto y disciplina.
Al planear los gastos familiares del mes dejen que los niños vean cómo se realiza un presupuesto y como se plantean las metas familiares y la estrategia que piensan seguir para lograrlas. Y, por ejemplo, si alguno de sus hijos desea que le compren los tenis de moda, pero resulta que justo ese mes no cuentan con los recursos para adquirirlos, explíquenle las razones de tal decisión y de lo importante que es presupuestar cualquier gasto para mantener el equilibrio de las finanzas personales.
También, es importante que sepan los beneficios del ahorro como medio para conseguir metas o sueños. Por ejemplo, si el chico desea tener unos airPods Apple cuyo costo ronda los 5 mil pesos díganle que si ahorra 50 pesos a la semana, durante todo el año, al final reunirá la mitad del costo y que ustedes podrían aportarle otra cantidad similar para lograr su objetivo. Ese es el poder del ahorro.
A los más grandecitos (preadolescentes y adolescentes) podrían introducirlos a conceptos como inversión, tasa de interés, interés compuesto, inflación, mercado de valores, retiro, seguros, etcétera. Así incrementarán sus conocimientos y capacidades financieras. Dejar atrás las alcancías por cuentas bancarias e incluso de inversión será la mejor herramienta para hacer notar la diferencia entre el ahorro y la inversión y su importancia en la construcción de un patrimonio.
Conviértanse en su mejor coach financiero, respondan sus cuestionamientos y atiendan sus problemáticas sin hacer juicios o etiquetándolos como errores o aciertos. Al fin y al cabo, todos cometemos errores financieros, lo importante es reconocerlos y enmendar a tiempo. Analicen juntos las decisiones y sus consecuencias y exploren alternativas para valorar otros posibles resultados. Esa será para ellos una gran lección.
El impacto que la pandemia ha tenido en las finanzas personales de muchas personas y familias ha sido muy duro, aunque devastador para quienes llevaban unas finanzas personales frágiles, sin planeación ni disciplina.
El conocimiento y la cultura financiera permite tener finanzas personales resilientes, quizá no saldrán ilesos de una crisis como la generada por la pandemia del COVID pero, al menos, si tendrán menos daños y la capacidad de recuperarse más rápido. Todos sabemos que un mal manejo de nuestras finanzas termina por generar estrés y ansiedad financiera que puede afectar la salud física y emocional de las personas. Trabajen en criar hijos que sepan mantener el control de su vida financiera al tomar buenas decisiones. Se los agradecerán toda la vida.
Siempre, cuando se presente la ocasión y cada vez que ellos pregunten. Lo peor que pueden hacer es convertir el dinero en un tema tabú, en algo que no se habla con los niños porque es cosa de adultos. Compartir tus conocimientos con ellos puede darles la confianza de acercarse a ti cada vez que tengan preguntas sobre dinero en cualquier etapa de su vida.
Enseñen a sus hijos a ser financieramente responsables, a que cometan errores que les cuesten menos económica y emocionalmente.
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#TomemosDecisiones
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