Como un breve contexto, estos bonos son los elementos de riesgo de cambio que emiten las entidades no japonesas en el mercado japonés, están sujetos a regulaciones financieras japonesas y por lo regular son emitidos por empresas que tienen sede o filial en japón y que son emitidas en yenes, como es el caso de México y de Indonesia.
Estos son los bonos que han dado mejores resultados y que se pueden emitir en el mercado japonés:
¿Pero por qué están resurgiendo?
En primer lugar, porque los costos de endeudamiento en yenes son atractivos para los prestamistas extranjeros y también para los inversionistas, pues esto les brinda la oportunidad de tener rendimientos adicionales cuando las tasas de los emisores japoneses son bajas.
Una de las ventajas por las que deciden emitir estos bonos es porque los bonos internacionales permiten diversificar la cartera de inversión y obtener otra fuente de financiamiento, mientras que al comprar en la moneda nacional no corren el riesgo al tipo de cambio y es un mercado al que México ha decido apostar más de una vez, pues esta emisión de bonos samurái la ha realizado en diferentes ocasiones con un objetivo específico.
En el 2010 la secretaria de hacienda y crédito público informó que México realizó una colocación de un bono samurái por un monto de 150 mil millones de yenes, que equivalían aproximadamente a 1,800 millones de dólares con vencimiento en el 2020 y que otorgó un rendimiento al vencimiento del 1.51%.
Esta fue reconocida como la emisión más importante en esa moneda, cuyo objetivo de financiamiento era mejorar los términos y condiciones de la deuda externa del mercado mientras se diversificaba la base de inversionistas del gobierno.
Para el 2016 México emitió bonos samurái por 135 mil millones de yenes, unos 1,300 millones de dólares, en tramos de 3, 5, 10 y 20 años, sin embargo, ese año el gobierno mexicano informó que la demanda alcanzó un monto de más de 180 mil millones de yenes, alrededor de un 33% más de lo emitido.
Mientras que en 2022 se emitieron bonos por un valor de 75,600 millones de yenes, unos 554 millones de dólares en plazos de 3, 5, 10 y 20 años con tasas entre el 1% y el 2.5% anual, con el objetivo de invertir en proyectos de desarrollo sostenible para el ejercicio fiscal de ese año.
Ahora para este 2024 la Secretaría de Hacienda y Crédito Público vuelve a darnos la noticia de que México ha colocado cinco nuevos bonos en el mercado samurái, esta vez apoyando los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU, (organización de las naciones unidas) rectificando su compromiso con la preservación del medio ambiente por un monto de 152,200 millones de yenes equivalente a unos 1,050 millones de dólares.
En este caso los plazos son:
Esta transacción contó con nuevas participaciones, contando con 46 inversionistas de los cuales
Tras esta operación México cuenta con 15 bonos con la referencia de estas características y con ellas un valor de 11,200 millones de dólares con una tasa fija y variable en el mercado al mismo tiempo que estos desarrollan instrumentos sostenibles.
Entre el año 2022 y 2024 México logró reforzar el financiamiento en yenes con un total de 10 bonos lo que lo posiciona como el mayor emisor internacional, sólo por detrás del gobierno japonés. En el comunicado que emitió la secretaria de Hacienda y Crédito Público la deuda está ligada a inversiones como al medio ambiente, sociales y corporativos del gobierno, en enero México colocó 7.500 millones de dólares en deuda en los mercados internacionales y así pasó a convertirse en el emisor mundial #1 de deuda sostenible.
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